martes, 6 de diciembre de 2011

Pasión


Sabanas que aún dibujan
su talle fino y lozano
y su aroma aún presente
en mi cuerpo y en mis manos.

Sus caricias aún me queman
con las brasas de sus besos
que me queman poco a poco
hasta calcinar mis huesos.

Siento que me falta el aire
estoy anclado a su puerto,
sin ella no tengo vida
sin ella soy hombre muerto.

El humo de un cigarrillo
que se eleva hacia el cielo
llevándose una promesa
no divulgar un secreto.

Amanece y el sol sale
no hay estrellas en el cielo
noche quédate otro rato
despertarme yo no quiero.



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